domingo, 19 de julio de 2009

Justicia

Ella conocía perfectamente el procedimiento legal, la ecuación inherente que entramaba la obligación del empleador así también como la del empleado.
Se sentó en bar algo angustiada pensando otra vez en bolsillos flacos, en nuevos caminos por recorrer, en discursos políticamente correctos y demás clichés, tomo su birome, pero cuando iba a redactar el telegrama …
Los escucho allí estaban ellos dos hombres “colegas”, justamente discutían los reclamos de empleados que según su argumentación, no hacían mas que reclamar lo absurdo, en lo que consideraban un abuso de derecho garantizado por una política netamente “a su legal saber y entender siempre beneficiosa al empleado”.
Ella dejo su birome y escuchaba absorta los intereses que parecían defender aquellos sujetos, el cambio del escenario la exponía y la colocaba del otro lado del mostrador.
Pensó en un principio primordial del derecho antes de juzgar, por lo que solo podía oír desde su asciendo “se es inocente hasta que se demuestre lo contrario”.
Estaban ofuscados y molestos tanto como ella, solo que a ellos les competía la tarea de encontrar argumentos para reducir costos, en tanto la búsqueda de empleo era el otro lado de la moneda, su moneda, (ella sabia perfectamente que este sentir que estaba corroído de por si una subjetividad manifiesta)
Miles de ideas se apoderaron de su mente en ese momento.
Porque le es sencillo enseñar a alumnos habidos de respuestas, valores tan álgidos como justicia. Cuestionar el verdadero valor operativo de las normas. Saber que existen zonas oscuras en la ley era algo de su pleno conocimiento, abusos del derecho, al igual que la inaplicabilidad de la normativa cuando hay en coaliciones disímiles de intereses.
Pero se esmeraba para encontrar argumentos en cada clase, pues considera, y tiene creo que aun la conserva la plena convicción, que el conocimiento de tales valores así también como sus puntos de inflexión, son imprescindibles, en los distintos roles que ocupen ya sea alumnos, ciudadanos, o futuros profesionales.
Transmuto el tiempo, hizo un cambio de peones y se vio sentada en un banco en la facultad solo que siendo alumna y volvió a cuestionar lo aprendido.
Volvió a tomar su birome redacto el telegrama
Ella aun concibe la justicia, solo se cuestiona el desafío de la interpretación integradora que los ratifica.

Texto: Susurros

7 comentarios:

Eduprecidente dijo...

Susurros: hay vas, y es hermoso verte, como pasas por esa puerta que esta echa para vos.
Besos
Edu

El Viejo @gustín dijo...

Srta.
Es el mundo en que vivimos.
Es la canción de Aute.
Por esa razón, para que el transito corto que tenemos en él sea mas placentero uno tiene que procurarse de profesiones, que permitan no enroscarse en la hijoputez que abunda y daña.
Ser libre es eso, poder elegir.
Poder crecer en un oficio, placentero.
Para ello hay que procurar los medios necesarios.

Le mando un beso.

Anónimo dijo...

Me gusta eso de que "uno tiene que procurarse profesiones que permitan no enroscarse en la hijoputez". He sido de esos que se lamentan mucho de las oportunidades perdidas o erradas en el terreno profesional (hoy, por suerte, ya no me quedan ganas, ya me quejé todo lo que era capaz) pero tengo que reconocer que no necesito ser un hijo de puta con nadie para cobrar mi sueldo a fin de mes. Y bien mirado, eso me hace sentir más libre. Gracias por el comentario. Y por el post, claro. Fiat iustitia, pereat mundus... Saludos.

Anónimo dijo...

Se me olvidó comentar antes: hoy aprendí una palabra nueva: "birome". Gracias por la palabra.

Esmeralda dijo...

Edu: Es tan complicado observar lo estrecho de la eleccion de ciertos caminos.

Besos Susurros

Esmeralda dijo...

El Viejo @gustín: Procuraremos jamás perder la libertad de elegir más allá de ciertas concesiones, inherentes a nuestras elecciones

Beso
Susurros

Esmeralda dijo...

Pedro: Agradezco tu parecer, me alegro que te lleves una nueva palabra pues yo me nutro mucho de tus escritos.
La verdad que hoy estar a salvo de la hijaputez no es tarea sencilla, y uno se va cansando de levantar banderas.
Pero lo cierto es que aun podemos concebir valores, y eso por lo menos a mi me da una tregua para seguir luchando.

Besos Susurros