domingo, 21 de junio de 2009

Extracto del hombre y sus actitudes

Un gran maestro me regalo una frase que rezaba más o menos así: “hay autores que enturbian el agua para que parezca profunda”.
La apunte y llegue con la idea de retomar su encuentro, el que personalmente he disfrutado muchísimo. Como siempre están abiertas las puertas para el disenso


… “Para que surja la gloria el agradecimiento hacia uno debe perder todo pudor.
Hasta hoy lo más elocuente y convincente fue el redoble de un tambor. Mientras los reyes cuenten con él, proseguirán siendo los mejores oradores y agitadores del pueblo.
Un maestro de ceremonias actualizado no tendría que contemplaciones para con los príncipes reinantes, quizás diría que los ¡que los soberanos se ubiquen tras los advenedizos!
Una de las formas más pérfidas de dañar a alguien es defenderla adrede con los peores argumentos.
Un hombre puede actuar siempre con motivos inconfesables, pero se cuida de tener siempre razones confesables para llenarse a la boca con ellas.
Nuestros oídos están abiertos únicamente a las preguntas para las que podemos encontrar respuestas.
Lo que mas nos gusta compartir con los demás son los temas que guardan un ingrediente secreto.
Los que aplican los castigos tienen como explicación final que su actitud se orienta a su propio mejoramiento.
Quienes tienen un espíritu desconfiado suele expresado enfáticamente y hace que también se vuelvan enfáticos quienes los escuchan.
El testarudo defiende las causas de las cuales conoce los puntos flacos, pero lo hace por pura obstinación, aunque lo llame “fidelidad”.
El músico no va por la calle al son de la marcha militar, pero eso no significa que carezca de musicalidad, los que tienen oídos, oyen.
El idealista se niega la verdad a si mismo, el mentiroso solo hace ante los demás.
Si no creemos estar a la altura de algo difícil, no permitimos ni siquiera que se lo mencione en nuestra presencia.
Para el hombre es sumamente difícil entender las cosas en forma impersonal, es decir, ver en cada una de ellas una cosa, no una persona.

El advenedizo que desee fervientemente ser alguien, tiene que venerar hasta su propia sombra.
Si alguien quiere emerger limpio, aun de las condiciones más sucias, tiene que aprender a lavarse con agua salada si fuera necesario” …

Autor: Friedrich Nietzsche

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El pobre Nietzsche dijo tantas verdades. Se ve que el hombre miró la realidad tan de frente que no pudo soportarlo y sufrió de los nervios toda la vida. O quizás fue al revés, y el sufrimiento le hacía ver las cosas en toda su crudeza. Un ejemplo de que quizás alguna mentirijilla de vez en cuando nos ayuda a sobrellevar la vida.
Saludos

Diamante de sangre dijo...

Vaya!! me has sorprendido, me encanta Nietzche, he leido algo de él, tengo todo, pero un día por otro no me pongo a él, pero lo haré.
Buen filósofo.
Gracias por tu apoyo en mi blog, tener lectores como tú me da vida para seguir adelante con los jóvenes.
He estado unos ´dias de vacaciones, ahora estoy ya en casa pero tengo a todos también en casa de vaciones en el trabajo y en el colegio, eso hace que me quede poco tiempo para dedicar a mi misma y a mis blogs, pero no dejo nada, ni los míos ni los que sigo, no os olvido a ninguno.
Un besazo